por la Traductora Pública y Abogada Mariana Prandi.
Protagonistas de la historia: Kitty Genovese
Hace cincuenta y nueve años hoy, en la madrugada del 13 de marzo de 1964, Kitty Genovese, una mujer de 28 años de ascendencia italiana, murió apuñalada al intentar entrar al edificio donde vivía en el barrio de Queens, Nueva York.
Dos semanas después del hecho, el diario The New York Times publicó un artículo donde se mencionaba que había habido treinta y ocho testigos del ataque y ninguno había llamado a la policía. Después se comprobó que la información publicada por el diario no era completamente correcta.
Cualquiera haya sido el número concreto de testigos del homicidio de Kitty -ya uno sería suficiente- nadie prestó auxilio. Y no era tan difícil, una llamada telefónica habría sido suficiente.
El caso se estudia en los libros de texto de psicología social. El “síndrome Genovese” o “efecto espectador” (“bystander effect” en inglés) es un fenómeno psicológico por el cual una persona no actúa cuando debería prestar asistencia.
En 1968, los psicólogos sociales John Darley y Bibb Latané realizaron un experimento en la Universidad de Nueva York. En el contexto de un supuesto debate, uno de los estudiantes dijo a los participantes que estaba sufriendo un ataque de epilepsia y les pidió ayuda. Los resultados fueron sorprendentes, sólo el 31 por ciento de los voluntarios del experimento reaccionó activamente con respecto al estudiante en problemas.
Una de las conclusiones derivadas del experimento es la existencia de la “difusión de la responsabilidad”, que implica que cada persona que es testigo de un hecho es menos capaz de intervenir porque piensa que otro lo va a hacer y se desentiende.
Y una consecuencia social derivada del ataque a Kitty Genovese es que era conveniente que el número a llamar fuera sencillo de recordar, porque es importante actuar rápido en una situación de urgencia.
Es por eso que la Comisión Federal de Comunicaciones se reunió con dos empresas telefónicas a fin de implementar un número único de emergencias.
El 16 de febrero de 1968 se recibió la primera llamada en el número elegido: el 911. Habían pasado casi cuatro años del trágico incidente que provocó su implementación.
Kitty Genovese se transformó en protagonista de la historia sin saberlo…